“Comprometidos con tu ilusión” es la máxima del equipo de Vilanova Finques. El talante de todos los que trabajan coincide, la vocación de ayuda y de servicio son los denominadores comunes. No piensan en inmuebles, piensan en personas y en sus necesidades.
“Siempre he vivido y trabajado entre inmuebles” afirma Ricard, y es que la tradición familiar lo ha empujado desde los inicios hacia este trabajo. No se puede ni imaginar haciendo nada que no sea conectar personas, hacerles cumplir sus sueños, ayudarles a lograr la felicidad y el bienestar que derivan de encontrar su hogar, donde crecerán sus ilusiones, donde se formarán familias, donde se vivirán vidas enteras.
Esta vocación y espíritu de servicio se lleva en la sangre y en los genes. Ricard Vilanova encarna y lidera la tercera generación ya de este negocio. Joan Vilanova y Montañà, abuelo de Ricard y alcalde de Reus al final de los años 20, fundó Vilanova Fincas hace ya más de 70 años. Después de décadas de mejora y crecimiento, Lluís Vilanova Sagnier cogió el relevo y adaptó la marca y el modelo de negocio a los nuevos tiempos y a los constantes cambios en el sector. Llegó así el turno del nieto, Ricard, que desde los 80 ha vitalizado y modernizado la marca y se ha abierto a Reus y a los Reusenses, convirtiéndose en la Inmobiliaria de referencia en la ciudad.
Anna García, gerente y coordinadora de Vilanova Finques, inicia su trayectoria profesional en el sector comercial en la empresa familiar.
Mas tarde, da un giro a su carrera profesional, adentrándose en el sector de la publicidad, hasta que decide dar el salto al sector inmobiliario de la mano de Ricard Vilanova.
Amante del diseño de interiores y la decoración de interiores, las viviendas bonitas le hacen devorar mil revistas de decoración.
Como gerente y coordinadora del equipo comercial, es el nexo de unión entre el equipo y los clientes.
Cristina está en este mundo por pura vocación. Residente en La Selva del Camp y Agente Inmobiliario desde ya hace años, estuvo trabajando durante bastante tiempo en el departamento de exportación de una empresa del sector privado, hasta que decidió hacer el cambio para poder ayudar a personas y familias a encontrar un mejor lugar donde vivir o trabajar y formar parte así, de alguna manera, de momentos mágicos.
Su voluntad de servicio y los vínculos de confianza que se crean con el cliente durante los procesos de compraventa, son sus principales motivaciones. Independientemente de la dificultad del caso, las emociones generadas durante el mismo y la plena franqueza y fidelidad que se establece, son para ella la mejor de las recompensas, y hacen que este asesoramiento y acompañamiento que se da hasta que se culmina el proceso, de sentido a su trabajo.
Barcelonesa de nacimiento, ya hace casi 30 años que Anna llegó a las comarcas tarraconenses para quedarse. La amabilidad de la gente, la paz, la tranquilidad, la pausa… son a la vez lo que más la enamoró y a lo que más difícil le fue acostumbrarse.
Siempre en tareas comerciales, centradas en el sector servicios, llegó a Fincas Vilanova fruto de la casualidad. El dejarse asesorar en la hora de hacer una compra para invertir, y ponerse en manos de los profesionales de Vilanova, culminaron la conexión.
Su especialidad son los alquileres y todo su proceso. Desde que se publica el anuncio hasta que se entregan las claves. Siempre destaca la emoción de todo el proceso, la curiosidad de descubrir una nueva finca, la intriga de quién y cómo serán los interesados, y lo más bonito: las caras de felicidad y tímidas sonrisas del día de la firma, donde se reflejan la ilusión y la emoción del empezar una nueva aventura.